El retrato de las cuatro hermanas March, que se encuentran en un periodo de limbo entre ser niñas y ser mujeres. En una época donde no existía o no se consideraba ese periodo en medio como una adolescencia. Ese momento era una espera entre vivir con los padres, florecer para luego casarse y formar una familia.
Las hermanas March son de mayor a menor: Meg una hermosa y tradicional mujer; Jo una chica rebelde a los convencionalismos que escribe; Beth pacifista y pianista y Amy una pintora que aprecia la elegancia y refinería de la alta sociedad. Conocen a “Laurie”, el nieto de su vecino Mr. Laurence y con el emprenden algunas aventuras, para encontrar de alguna manera vivir sus vidas en sus propios términos.
Nadie puede negar este hecho. Tras varias adaptaciones, Mujercitas siempre marcará a nuevas generaciones. De ahí que todavía haya cineastas interesados/as en plasmar la novela en pantalla grande. Y en este caso, Greta Gerwig consigue aprobar con buena nota. Nos presenta una historia bien hilvanada, aportando su toque personal, y jugando bien con el espacio-tiempo para contarnos el presente y pasado de las hermanas March. Eso sí, este aspecto puede afectar al seguimiento de la historia a aquellos desconocedores de la obra.
Si ya de por sí la novela es una reivindicación y un canto a la libertad y al derecho de la mujer, la directora añade diálogos cargados de crítica social y decide dar el protagonismo absoluto a Jo March (Saoirse Ronan), el alter ego de la autora y la representación de la mujer moderna y adelantada a su tiempo. La nueva lectura añadida en la conclusión puede causar división entre los amantes de la historia original.