02 Oct
02Oct

Después de un paso éxito en festivales a nivel mundial, ganadora en la ultima edición del FICUM 2019,  así como de 2 premios Arial, la ópera prima de David Zonana, llega a cines en nuestro país Mano de Obra.

¿De qué va?

Francisco (Luis Albertí) es un albañil que trabaja en la construcción de una casa de lujo con su hermano, donde las condiciones y los pagos no se encuentran regulados, pero la necesidad, falta de dinero y oportunidades, lo mantendrán dando lo máximo luchando por su familia y subsistir; un accidente en la obra desatara una serie de eventos que lo colocarán al borde.

La falta de justicia al no otorgar una indemnización y la poca empatía por resolver el caso, harán que el grupo de albañiles con los cuales se encontraba busquen justicia de una manera poco convencional.

Creando una utopía de vida con sus compañeros, nuestro héroe empieza a conocer los ventajes del poder y el dinero, de ser justo a ser una persona que busca su beneficio de los demás, demostrando su lado más oscuro y tirano, dejando en claro que el ascenso no es favorable para todos.

Opinión.

La muestra de los problemas de la sociedad plasmados, en una película sin grandes pretensiones, que podría aplicar a varios casos de nuestra vida cotidiana, sin dejar a un lado la realidad y las condiciones de una clase media/baja son un elemento clave.

No cuenta con secuencias o acciones de relleno cada, acción sumara al desenlace de la historia, así como el mensaje de justicia y cambios que puede dar la vida.

La actuación de Luis Alberti es un punto que no puedes dejar de disfrutar, ya que transmite lo que está viviendo el personaje, creando un amor odio entre cada toma y dejando un cierre espectacular que, si bien se ve venir al final de la cinta no es el personaje que te desarrollaron.

Un gran llamado, para la sociedad y validar la entrega de poder que podemos otorgar a las personas; así como los valores que podemos tener va lo largo de nuestra vida pero pueden cambiar al tener la oportunidad de obtener algo de manera fácil y más si vivimos en un sistema que es nuestro peor enemigo.

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